Consejos Para Ahorrar DInero en Chile

Sabemos que hoy por hoy se nos hace dificil ahorrar un poco de dinero para comprar algo que queres y nunca podes llegar a comprarlo.

En esta oportunidad te daremos unos consejos para poder ahorra facilmente.

Anota tus gastos durante un mes.

Ahorrar dinero no es tan complicado como parece, pero antes de recortar tus gastos, necesitas saber exactamente en qué se te va el dinero.

Para averiguarlo, anota durante un mes tus gastos diarios, semanales y mensuales. Puedes hacerlo en una aplicación móvil o en una libreta que lleves siempre contigo en el bolso. Es muy posible que te lleves una sorpresa.
Una vez que te des cuenta en qué gastas el dinero, puedes decidir qué cosas son necesarias y de cuáles puedes prescindir.

Págate a ti primero.

El secreto para convertir el ahorro en un hábito es darte prioridad a ti. Esto no quiere decir que compres todo lo que te llama la atención, sino que te pagues a ti cada mes al igual que pagas a todos tus acreedores habituales.
La forma más fácil de hacer esto es programar una transferencia automática de una parte de tu salario, por muy pequeña que sea, desde tu cuenta corriente a una cuenta de ahorros, un fondo de pensiones o una cuenta de ahorro para la universidad de tus hijos. Tu meta es hacer del ahorro un hábito tan arraigado que ya no puedas imaginarte tu vida sin él.

Planifica tus transferencias por etapas.

La mayoría de los fondos de pensiones, como el IRA (siglas en inglés de Individual Retirement Accounts o Fondos Individuales de Pensiones), las cuentas de ahorro para la universidad u otras opciones para ahorrar, te permiten escoger la fecha para la transferencia automática desde tu cuenta corriente. Planifica estas fechas de modo que sepas que no te van a transferir dinero el mismo día a varias cuentas.

Reduce tus deudas.

Liquidar tus deudas es una de las mejores formas de ahorrar dinero, porque el interés que pagas en la mayoría de los préstamos, es mucho más alto que el que ganas en la mayoría de las cuentas de ahorros. Así que reduce tanto como puedas tus deudas para poder ahorrar mucho más. La única deuda grande que es razonable tener durante mucho tiempo es la de una hipoteca inmobiliaria.

Conviértete en tu propio agente de préstamos.

Cuando acabes de pagar un préstamo, continúa haciendo pagos mensuales, ¡pero a ti! Programa una transferencia automática de la misma cantidad desde tu cuenta corriente a una cuenta de ahorros o a un fondo de inversiones.

Motivarte con un objetivo concreto.

Decide qué es lo que de verdad quieres o necesitas y averigua lo que cuesta. Después márcate una meta realista, por ejemplo, date seis meses para ahorrar lo suficiente. Pon fotos de tu objetivo en el refrigerador o en tu billetera. Cada vez que te entren ganas de comprarte unos zapatos nuevos o comprarle a tu hijo un juguete más, que realmente no necesita, mira la foto y pregúntate si deseas tanto este capricho como el objetivo para el cual estás ahorrando.

Abre una cuenta de ahorros que no puedas tocar.

Ahorra para gastos más grandes, como el enganche de una casa o un auto, abriendo certificados de depósito. Estas cuentas bancarias no suponen ningún riesgo y ofrecen una tasa de interés más alta que las cuentas de ahorros normales, pero el dinero debe permanecer en el certificado de depósito durante un periodo de tiempo determinado (si lo sacas antes de tiempo, has de pagar una penalización). De esa forma, no puedes tocarlo cuando te entra la tentación de comprarte algo que no necesitas de verdad.

Llena un frasco con monedas sueltas.

Pon un frasco grande y de boca estrecha (para que no puedas meter la mano) en un lugar bien visible, y vacía allí cada noche las monedas que llevas en la billetera. Cuando el frasco esté lleno, puedes hacer paquetitos tú misma. Al cabo de unos meses, este dinerito puede bastar para pagar un regalo de Navidad o la membresía en un gimnasio.

Ahorra los ingresos extras.

Cada vez que recibas una cantidad de dinero extra, un pago que se había retrasado mucho, un bono en el trabajo o un regalo monetario, ingrésalo en tu cuenta de ahorros. O, si tienes deudas, úsalo para pagar tus tarjetas de crédito y préstamos.

Recorta la gasolina.

La gasolina es cara y cuanto menos uses, más ahorrarás. Si no puedes comprar un auto que use menos gasolina, trata de manejar con menos frecuencia.
Planifica tus mandados de modo que puedas hacer varios en la misma zona a la vez. Siempre que puedas, camina entre una tienda y otra o usa transporte público. Y para tus próximas vacaciones en coche, considera viajar a un lugar cercano.

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