Al iniciarse el siglo XX, con las grandes inversiones de las compañías americanas en El Teniente, Chuquicamata y Potrerillos, se fueron incorporando nuevas tecnologías, como la flotación, que permitieron la explotación económica de yacimientos con más bajo contenido de cobre.
En la actualidad, Chile es el primer productor y exportador del mundo, posee las mayores reservas de mineral, el 26% del total mundial conocido y sus costos de producción en general, se encuentran por debajo del costo promedio de producción en el mundo.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) hizo una proyección para el precio del metal rojo que va desde US$ 3,5 la libra a US$ 4,17.
A estos niveles de precio, los ingresos fiscales aumentarán de manera considerable. El nuevo precio estimado implicaría mayores exportaciones por cerca de US$ 8 mil millones.
Los ingresos fiscales aumentan, lo que debiera generar mayores excedentes para el Estado (superávit), considerando que la variación en el precio del cobre no debiera afectar el gasto del 2011, que ya está fijo en el presupuesto.
Actualmente el cobre se transa por sobre el valor promedio estimado por Cochilco, lo que significaría que para que esta estimación se cumpla, el cobre tendría que bajar de los niveles de precio actual.
El mayor gasto de corto plazo (2012) que podría generar un entorno de precios altos en el cobre, busca fortalecer aspectos como la educación, construcción o subsidios que se traducen en mayor empleo y mejores oportunidades para los ciudadanos.