Chile necesita de una reforma laboral por diversos motivos. Primero, porque la economía debe ser capaz de integrar al mercado laboral formal a muchos más trabajadores, en particular a los jóvenes, las mujeres y los de menor calificación que tienen rezagos relevantes en sus tasas de participación y empleo.
Segundo, porque los salarios de la gran mayoría de los trabajadores son muy bajos.
Tercero, porque hay mucho espacio para que por medio de una mejor regulación laboral las empresas se vuelvan más productivas y puedan compartir su éxito con sus trabajadores a través de mejores condiciones laborales.
Por último, porque es posible reducir la dependencia de la generación de empleo del crecimiento económico. La situación actual es coyuntural y en la medida en que la tasa de crecimiento se desacelere, también caerá la creación de puestos de trabajo.
Entonces, ¿Cuáles son las reformas más urgentes que se requieren en este ámbito?
El Código del Trabajo necesita ser reformulado. Requiere que trabajadores, a través de sus sindicatos, y empleadores puedan negociar las condiciones laborales al interior de la empresa de modo de acordar adaptabilidades que beneficien a todos.
Entre los temas a negociar están al menos las gratificaciones, las jornadas laborales ordinarias y extraordinarias, los descansos y recargos. Junto a ello también se debe reformar lo que se refiera a las partes negociadoras, en particular, la definición de empresa, el proceso de sindicalización y la constitución de sindicatos. Al mismo tiempo debe revisarse el proceso mismo de la negociación, para que éste invite al acuerdo.
Los males del mercado laboral de Chile persistirán. Esto es, un mercado laboral dual, en el que las empresas ajustarán empleo por medio de despido y contratación de trabajadores temporales, quienes están menos protegidos por la regulación laboral. También seguirán los grandes rezagos en la incorporación de nuevos trabajadores al mercado laboral y muchas oportunidades de crecimiento perdido para las empresas y la economía, y de mejores salarios y más empleo para los trabajadores.
Por ejemplo, de acuerdo a la Casen 2009, el 50% de los trabajadores gana menos de $ 290 mil por una jornada de 45 horas. Al mismo tiempo, la rotación laboral es alta, de modo que tener un empleo hoy no es garantía de tenerlo aun mañana, en particular, para los trabajadores más vulnerables.
¿Con las actuales cifras de desempleo es el momento de avanzar en reformas laborales?
Desde el punto de vista de posibilidades de conseguir consensos técnicos podría ser el momento, pero la verdad es que desde el punto de vista político se ve más difícil la posibilidad de avanzar, porque las situación que hay actualmente en el Congreso en términos de aprobar proyectos es bastante compleja.
Pero siempre por otro lado se ha dicho que el momento para hacer reformas laborales es cuando la situación laboral está bien, entonces, desde ese punto de vista, partiendo de que hay consensos técnicos en algunas cosas que habría que hacer, he echado un poco de menos que el gobierno no intente liderar un proceso de reformas en materia laboral.