Si pensamos en el credito hipotecario mas barato, en la última década, los consumidores han percibido tasas de interés atractivas y mejoras de empleo e ingresos que, entre otras cosas, han permitido a muchos de ellos comprar la ansiada casa propia.
Hoy el mercado de créditos hipotecarios 2012 acumula casi US$43.000 millones y supera el 1,3 millón de operaciones, según datos oficiales.
Sin embargo, aún existen trabas administrativas y legales que han impedido repactar créditos hipotecarios de una forma más simple, eficiente y con un menor peso para el bolsillo de los deudores.
Es por esto que tras casi un año de conversaciones, en marzo el gobierno lanzará cambios a las regulaciones bancaria y de seguros para mejorar los tiempos y costos de las repactaciones hipotecarias.
Adicionalmente, aunque por otro carril, el gobierno espera prontamente promover una disminución de los costos que impone el sistema financiero a los clientes por trámites como los estudios de títulos, cuyo gasto se asocia al crédito hipotecario o que los propietarios costean por separado.
Este último punto es abordado en un proyecto del Ministerio de Justicia para remozar el funcionamiento de los notarios y conservadores, y que se enviará al Congreso este año.
De ahí que el plan que partirá en marzo tiene tres ejes, precisa Bouchon. El primero, perfeccionar la circular 3.511 de la Sbif, que a fines de 2010 reguló las políticas y procedimientos para el pago anticipado de créditos o su refinanciamiento.
Para la autoridad, la circular fue un avance al estandarizar el proceso, asegurar que el cliente reciba la información que necesita y fijar plazos a los bancos. Pero ve espacios para mejoras. Por ejemplo, regular qué pasa cuando el cliente tiene otras deudas (además del crédito hipotecario) y la propiedad está gravada con una hipoteca general.
Otro tema es resolver un vacío en la Ley de Seguros, pues, a diferencia de la regulación bancaria, no regula el refinanciamiento de los créditos hipotecarios.
La nueva normativa apuntará a hacerla equiparable a la que rige para la banca, lo que facilitará cambiarse de un banco a una mutuaria o al revés. El Ejecutivo cree que eso debiera incentivar una mayor competencia entre los actores que pueden brindar créditos para la vivienda.
