Los hogares chilenos han empezado a tomar nota de la desaceleración que enfrenta la economía nacional y las distintas señales que dan cuenta de un período más frío ya están afectando sus expectativas. La actividad en el país registra un crecimiento de sólo 4%, con un repliegue importante de la inversión y con un escenario, tanto local como internacional, que presenta riesgos e incertidumbres.
El índice de confianza de los hogares en la economía cayó casi cuatro puntos, de 62,2 puntos en el trimestre enero-marzo, a 58,5 puntos en el segundo trimestre, marcando su menor nivel desde mediados de 2012 y su mayor retroceso desde 2011. El deterioro ocurrió tanto en el índice de confianza actual como futura.
Las cifras también dejan en evidencia un empeoramiento de las expectativas en cuanto al futuro. Si en marzo, un 44% de las personas pensaba que la economía chilena estaría mejor en un año más, en junio ese número cae a 34%. Asimismo, se duplica la tasa de quienes no saben o no contestan, pasando de 6% a 12% en el trimestre. Respecto del largo plazo, el deterioro se modera, con un 41% de los encuestados que prevé que la economía estará mejor en cinco años más, versus el 47% de marzo.
Elecciones de autoridades en Chile
La desaprobación del gobierno en materia económica aumentó en 10 puntos porcentuales, elevándose de 32% en marzo, a 42% en junio, en tanto que la aprobación descendió de 57% a 44%. Es decir, si en marzo dos tercios de los encuestados estaban de acuerdo o, al menos, no rechazaban la conducción de las autoridades, ahora quienes aprueban y desaprueban están prácticamente empatados.
Las preocupaciones principales de los jefes de hogar en materia económica, entendidos como los temas a los que el gobierno debe darles prioridad, son que aumenten los sueldos (41%), que aumenten las fuentes de trabajo (19%) y que exista mayor crecimiento económico (12%). Más atrás quedan que disminuya el endeudamiento y que los precios no aumenten.
Que haya una preocupación mayor por los sueldos que por el empleo y la caída en la inquietud por el endeudamiento se relaciona con que, en los últimos años, han crecido fuerte los salarios, en términos nominales y reales, y en un contexto de pleno empleo, la gente tiene más ingreso para comprar cosas y es probable que no necesite tanto el crédito. Con respecto de un año atrás, los ingresos de su familia hoy son mayores o iguales, muy similar a la respuesta de marzo.
En el caso doméstico lo que más va a preocupar es que algunos proyectos se han caído y la construcción se ha desacelerado. Van a partir 2014 con un sector construcción que va a estar un poco frenado y será muy relevante lo que pase con las concesiones, con las obras públicas, que hasta ahora han estado bastante débiles. El próximo año viene el inicio de una nueva línea de Metro, viene Vespucio, la construcción de puertos, el aeropuerto.