Alrededor del 30% de los empleados chilenos se encuentra sobreendeudado y destina más del 20% de sus ingresos a pagar deudas de consumo en el sistema financiero y comercial. Muchos de ellos deben más de nueve veces su renta bruta, lo que provoca situaciones de preocupación que generalmente afectan la productividad laboral y desembocan en cuadros de estrés y depresión.
Dado que es muy difícil que una persona sobreendeudada solucione su problema sola, la empresa pasa a jugar un rol clave en la asistencia de sus trabajadores.
Una persona en situación de sobreendeudamiento destina alrededor de siete horas semanales de su jornada laboral a apagar incendios ocasionados por esta problemática.
Junto con esto y en la medida en que el cumplimiento de las obligaciones de un empleado se deteriora, éste comienza a introducir su problema en el trabajo, lo que probablemente afectará a otro compañero y la cadena de productividad se verá afectada en un sentido más amplio.
Se trata de un problema que debe ser abordado integralmente y donde la capacitación en materia de endeudamiento más una solución de consolidación financiera y comercial, pueden generar mejoras que permanezcan en el tiempo y se transmitan al seno familiar.
