La Banca propone usar web y teléfonos en aceptación de cambios contractuales, es decir, se estudiará la propuesta respecto del uso de los canales remotos. De ser visados, cada banco decidirá cómo implementar estos mecanismos de aceptación.
La banca entregó al ministro De Vicente una propuesta para usar los canales remotos como medio válido para conseguir el consentimiento explícito de un cliente ante los cambios contractuales que realicen las entidades bancarias. La proposición que presentaron considera tres vías: la web, el celular y el teléfono fijo.
Se deben tener sistemas remotos o a distancia para lograr el consentimiento de los consumidores ante un cambio -por ejemplo, en el tema de las comisiones. Esto se va a estudiar para que siempre tengan la máxima seguridad para el consumidor y la cadena de los medios de pago.
En la actualidad, existe tecnología que permite realizar en forma eficiente y con menores costos la verificación de un consentimiento expreso de los consumidores; por ende, los medios remotos pueden ser a través de cajeros automáticos, llamados telefónicos, medios de pago, en donde se verifique que el usuario conoce los cambios.
La propuesta presentada por el sector bancario no contenía los detalles operativos sobre el funcionamiento de cada uno de estos canales. La industria espera que el Ministerio de Economía resuelva.
Una vez que se defina una solución, cada institución implementará los mecanismos. Esto, según la cartera de clientes, los productos, entre otras particularidades, de las entidades.
Para cada entidad bancaria, todos los medios tecnológicos están al alcance. Lo que pasa es que hay que vestirlos a lo que significa este requerimiento. Ahí van a entrar los técnicos, especialistas en lograr la máxima seguridad en estos mecanismos, a hacer algo que sea muy bueno para el consumidor y garantice la estabilidad de medio de pago.
Ley del consumidor:
A través de la Ley del Consumidor se decide ver alternativas de consentimiento expreso de los cambios a las comisiones que tienen los distintos usuarios del sistema financiero, de tal manera que tengan certeza jurídica y que puedan mantener estabilidad de los medios de pago.
En la oportunidad, el ministro despejó las dudas que esgrimió el sector en días anteriores. Clarificó que si en un contrato entre dos partes -banco y usuario-, una de ellas no está de acuerdo con las nuevas condiciones, entonces se puede poner término a éste. Con esto se descarta una de las preocupaciones de la banca: que se estableciera un sistema de fijación de precios.