Debido a la falta de un sueño reparador, inseguridad al salir de las casas en las mañanas a oscuras y aumento en las cuenta de la energía eléctrica el rumor es que los chilenos quieren volver al horario de invierno.
Lo que se supone es que esta medida va a ayudar a mejorar la calidad de vida de los chilenos y también va a hacer un mejor uso de la energía, argumentando que a fines de la década del 60 cuando comenzó a regir el cambio de hora para invierno y verano en Chile la matriz energética y los consumidores eran diferentes.
Un 63 por ciento de los chilenos rechaza el nuevo sistema horario impuesto por el Gobierno, según una encuesta realizada por la Universidad del Desarrollo y difundida hoy por el diario El Mercurio.
En la actualidad, en pleno otoño, el territorio se mantiene bajo el «horario de verano», tres horas por debajo del horario de Greenwich, lo que ha significado en la práctica que a las 08.30 horas de la mañana, aún esté oscuro.
El pasado 28 de enero, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, informó que durante todo el 2015 se mantendrá el horario de verano para optimizar la eficiencia y el ahorro energético de los hogares y del país.
Un 53 por ciento de los encuestados opina que la mejor solución sería volver al antiguo sistema, diferenciando el horario de verano y de invierno.
No obstante un 25 por ciento, estima que se debe seguir como ahora, manteniendo el antiguo horario de verano durante todo el año, mientras un 11 por ciento cree que se debe tener un solo horario todo el año, pero optando por el antiguo horario de invierno (cuatro horas por debajo de GMT).
Al consultársele por lo malo y lo bueno del cambio, un 65 por ciento señala que durante las mañanas se siente más somnoliento; un 56 por ciento asegura que no alcanza a tener un descanso reparador y un 66 por ciento afirma que se siente más inseguro al salir en las mañanas oscuras desde su casa.
En cambio, un 51 por ciento indica que con el nuevo horario se siente más seguro en las tardes, pues puede volver a su casa con luz natural y un 50 por ciento estima que puede desarrollar más actividades gracias a que oscurece más tarde.
Según se señala en el Decreto Supremo N° 106 del 27 enero de 2015 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que dispone extender el horario de verano hasta el 25 de marzo de 2017, quedando Chile Occidental y territorio Antártico Chileno con horario UTC -3, y Chile Insular Occidental con horario UTC -5, se cita el estudio “Efecto en el Consumo de Energía Eléctrica del Cambio de Horario en Chile”, elaborado por el Programa de Estudios e Investigaciones en Energía del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile y que data de 2009.
El informe destaca que lo que se ahorrará el país gracias a la decisión de mantener el horario de verano vigente todo el año equivale a una capacidad instalada de 1.026 MW, es decir, dos veces Alto Maipo o poco menos de la mitad de HidroAysén. No obstante, el estudio plantea “dos soluciones posibles” frente al cambio horario en Chile: una denominada “Solución Energéticamente Óptima” y la “Solución Propuesta”.
La primera propone eliminar el horario de invierno, cambiando la hora oficial de Chile a GMT -3, lo cual reporta mayores ahorros de energía a nivel país, elimina el efecto de ‘adaptación del reloj biológico’, pero tiene como defecto el hecho que en pleno invierno amanecería a las 9.00, lo cual afectaría seriamente el ritmo de la población en general.